domingo, 12 de febrero de 2012

"Tu más Profunda Piel"

No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacia de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros, y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes, entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma, máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro.

Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste " Me da pena, y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo.

Dijiste "Me da pena, sabes", y volcada de espaldas me miraste con ojos y senos, con labios que trazaban una flor de lentos pétalos. Tuve que doblarte los brazos, murmurar un último deseo con el correr de las manos por las más dulces colinas, sintiendo como poco a poco cedías y te echabas de lado hasta rendir el sedoso muro de tu espalda donde un menudo omóplato tenía algo de ala de ángel mancillado. Te daba pena, y de esa pena iba a nacer el perfume que ahora me devuelve a tu vergüenza antes de que otro acorde, el último, nos alzara en una misma estremecida réplica. Sé que cerré los ojos, que lamí la sal de tu piel, que descendí volcándote hasta sentir tus riñones como el estrechamiento de la jarra donde se apoyan las manos con el ritmo de la ofrenda; en algún momento llegué a perderme en el pasaje hurtado y prieto que se llegaba al goce de mis labios mientras desde tan allá, desde tu país de arriba y lejos, murmuraba tu pena una última defensa abandonada.

Con el perfume del tabaco rubio en los dedos asciende otra vez el balbuceo, el temblor de ese oscuro encuentro, sé que una boca buscó la oculta boca estremecida, el labio único ciñéndose a su miedo, el ardiente contorno rosa y bronce que te libraba a mi más extremo viaje. Y como ocurre siempre, no sentí en ese delirio lo que ahora me trae el recuerdo desde un vago aroma de tabaco, pero esa musgosa fragancia, esa canela de sombra hizo su camino secreto a partir del olvido necesario e instantáneo, indecible juego de la carne oculta a la conciencia lo que mueve las más densas, implacables máquinas del fuego. No eras sabor ni olor, tu más escondido país se daba como imagen y contacto, y sólo hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre ti para lentamente reclamar las llaves de pasaje, forzar el dulce trecho donde tu pena tejía las últimas defensas ahora que con la boca hundida en la almohada sollozabas una súplica de oscura aquiescencia, de derramado pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas. En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.

jueves, 7 de abril de 2011

Diálogo de ruptura

para leer a dos voces,
imposiblemente, por supuesto



-No es tanto que ya no sepamos

-Si, sobre todo eso, no encontrar

-Pero acaso lo hemos buscado desde el día en que

-Tal vez, no sin embargo cada mañana que

-Puro engaño,llega el momento en que uno se mira como

-Quien sabe,yo todavía

-No basta con quererlo,si además no hay la prueba de

-Ves,de nada vale esa seguridad que

-Cierto,ahora cada uno exige una evidencia frente a

-Como si besarse fuera firmar un descargo,como si mirarse

-Debajo de la ropa ya no espera esa piel que

-No es lo peor,pienso a veces, hay lo otro las palabras cuando

-O el silencio,que entonces valía como

-Sabíamos abrir las ventanas apenas

-Y esa manera de dar vueltas la almohada buscando

-Como un lenguaje de perfumes húmedo que

-Gritabas y gritabas mientras yo

-Caíamos en una misma enceguecida avalancha hasta

-Yo esperaba escuchar eso que siempre

-Y jugar a dormirse entre nudos de sabanas y a veces

-Si habremos insultado entre caricias el despertador que

-Pero era dulce levantarse y competir por la

-Y el primero, empapado,dueño de la toalla seca

-El café y las tostadas,la lista de compras y eso

-Todo sigue lo mismo,se diría que

-Exactamente igual,solo que en vez

-Como querer contar un sueno que después de

-Pasar el lápiz sobre la silueta,repetir de memoria algo tan

-Sabiendo al mismo tiempo como

-Oh si, pero esperando casi un encuentro con

-Un poco mas de mermelada y de

-Gracias no tengo

viernes, 28 de agosto de 2009

No lo llamaré intimidad,

para eso debería haberme dado lo que yo le daba tan naturalmente,

ir a su casa crear una paridad aceptable

aunque siguiera teniendo una relación tarifada entre cliente regular y mujer de la vida.

En ese entonces no pensé como lo estoy pensando ahora,

que no reproche nunca que me mantuviera estrictamente al borde;

debía parecer la ley del juego,

algo que no excluía una amistad suficiente como para llenar con risas y bromas los huecos fuera
de la cama.

Que son siempre los peores.

Mi vida lo tenía perfectamente sin cuidado.

pero si les vieran esos ojos que él tiene,

son como los de un gatito amarillo.

sábado, 1 de agosto de 2009


Las nubes serán con el tiempo agua,
y un par de palabras alguna canción...
Un golpe sera con el tiempo nada.

Y demasíadas preguntas por contestar.

Con mil colores viajaras y traerás agua del cielo,
espero que no sea muy tarde y que perdones mi ingenuidad.
Dónde va la luz al apagarse?
Dónde encontrará alguien en quién confiar?
Tu odio será con el tiempo nada y demasiadas preguntas por contestar.-

Espero que no sea muy tarde y que perdones mi ingenuidad!!
No importa que lejos estés
yo solo sé
que ya vendrás,
hermoso es por una vez,
volverte a ver y nada más.

miércoles, 15 de julio de 2009

Con razón.


Estoy tan cansada por tratar de mantener todo estable.
que cuando saco lo que buscaba
se me cae toda la estantería.
y cae algo que me parte la cabeza.
convivo conmigo
y no puedo darme el lujo de quedarme tirada llorando,
alguien tiene que hacer algo
y no veo a nadie más.
tengo el sillón con la ventana bien cerca,
me hago de comer y me cierro ahí.

el cielo refleja
una película en blanco y negro.
hay fantasmas que se esfuman.
y se divisan sentimientos añejos y ajenos.
te reconozco sombrío y húmedo.
como-una-nube.
como neblina que me envuelve toda.







y no puedo ya ir a dormir...

domingo, 17 de mayo de 2009

despertarse de una vez por todas...
deshacerse de inmoralidades ridículas,
de sueños, de pesadillas, que no encajan absolutamente.
por así decirlas...
decir, que toda esta surrealista vivencia que conllevo
a traves del sueño.
se desprende,se desarma.
hasta lo que viví no lo viví,

VALE LA PENA UNA EXPERIENCIA VIVIDA EN UN SUEÑO?--

23/07/07

jueves, 12 de febrero de 2009

dónde estás?

No quiso explicarme nada.se fue para siempre y me dejo un gran silencio
la casa me parecía mas grande que nunca.
empecé a hablar con los muebles
deje de abrir las cortinas por las mañanas
y tarde dos meses en hacer compras.,
mi frigorífico quedo igual que vacío que yo
mis duchas se convirtieron en largos baños de agua salda que chorreaba
de mis ojos..
los reloges empezaron a tictactear gritando y aprendí a dormir a todas horas...